Fotografiar a niños es lo más dificil y a la vez lo más gratificante de mi trabajo. A pesar de nunca estar quietos, y aún menos cuando son dos, los resultados siempre me encantan. La naturalidad, las emociones y esas miradas pícaras... , sólo se consiguen con ellos.
Ha sido un placer realizar este trabajo. Gracias por confiar en mi.
Los papis también estuvieron muy relajados.